Después que no TPS



Después que no TPS

*Roberto Quesada

El suplicio de un papel /lo ha convertido en fugitivo.
Y no es de aquí porque su nombre no aparece en los archivos,
ni es de allá porque se fue.-Ricardo Arjona, Mojado.

En la más reciente prórroga del TPS anduvimos a última hora a las
carreras  haciéndole conciencia a los compatriotas que están
amparados en esta protección temporal para que se reinscribieran y no

se fiaran de tanta especulación sobre una posible amnistía para todos

los indocumentados que viven dentro de los Estados Unidos.

No debe hacérsele caso a gente que sin ninguna base dicen por aquí o
por allá de que ya las cosas van a cambiar para los inmigrantes y que

no es necesario tener en regla los papeles. Todo lo contrario, si se
diese el milagro de un cambio de la política estadounidense hacia los

inmigrantes indocumentados, lo más probable es que venga acompañado
de un sinnúmero de requisitos, y uno de ellos podría ser que si se
está bajo el TPS y se ha reinscrito pueda obtenerse privilegios para
que no se le catalogue como un indocumentado que entró de manera
ilegal en los Estados Unidos.

Otra razón primordial, y que no va a desaparecer de la noche a la
mañana, son las redadas que se están dando sin ningún aviso a
cualquier hora de las veinticuatro del día (incluye la noche) y que
ya ha separado a tantas familias o los arrestados pierden cualquier
pertenencia que tengan en sus viviendas porque del arresto van
derechito a su respectivo país. Claro que los documentos del TPS
demuestran legalidad y se evita con ello la deportación.

Miguel Cruz Tejeda, editor del periódico Primicias, de Nueva York, ha

escrito: "El gobierno de los Estados Unidos deportó a 221,664
inmigrantes el año pasado, mientras las redadas siguen extendiéndose
por todo el país en lo que va del 2007, lo que afectó la asistencia
masiva a las protestas que en 90 ciudades de la nación se llevaron a
cabo en reclamo de una amnistía general para los extranjeros
indocumentados, el cese de los apresamientos y la detención de las
deportaciones. Activistas que forman parte de las organizaciones que
integran la Coalición de Inmigrantes de Nueva York, dijeron en la
manifestación celebrada ayer (4 de mayo) tarde en el parque Union
Square que la asistencia sólo alcanzó unas cinco mil personas y que
probablemente el factor "miedo", prevaleció entre los que no
concurrieron."


Esto debe dar una idea, no de temor pero sí de precaución, de lo
serio de la situación. La reinscripción es garantía de trabajo,
desperdiciar esa oportunidad puede llevarlos a que el día de mañana
no encuentren trabajo ni de jornaleros ni de nada, pues en varios
estados se ha implementado o quiere imponerse castigo a los
empleadores. De esta manera nadie dará trabajo si el trabajador no
demuestra su estatus legal, puesto que nadie quiere exponerse a altas

multas por emplear indocumentados, y ya se advierte que si el
empleador es reincidente podría enfrentar hasta cárcel. De empeorar
las cosas, de nada valdría encontrarse  indocumentado dentro de los
Estados Unidos.

Muchos compatriotas, que sus razones tendrán para temerle a algunos
consulados y sus cónsules, evitan a toda costa visitar las
instalaciones consulares, deben de recordar que los consulados
hondureños son territorio hondureño y están para ayudar en lo que sea

posible a los compatriotas que se encuentran en problemas en el
exterior. Quienes deseen llenar formularios del TPS, necesiten
orientación o algún documento, para eso está el consulado. Ya lo dijo

el vicecanciller Eduardo Enrique Reina en conferencia de prensa: "La
Cancillería está girando instrucciones a los consulados en Estados
Unidos para que hagan horas extras, trabajen los fines de semana y
días feriados para atender a los inmigrantes ."

Afortunadamente en esto de la solidaridad con nuestros compatriotas
no solamente participan los consulados sino muchas organizaciones sin

fines de lucro y personas en particular que ofrecen sus servicios
voluntariamente. Es este el caso de la organización que preside la
hondureña Rosario Murillo, quien informó a través de su colaborador
Marco Rosales, presidente del partido liberal USA, que  ya tienen
preparadas las oficinas para llenar gratis al hondureño que lo
necesite la solicitud de la extensión del TPS. También informó
Rosales que en algunos casos el hecho de no tener dinero no era un
obstáculo, ya que pueden enviar su solicitud con explicación de que
el cheque se enviará después y siempre se procesará el TPS. Estas
oficinas están ubicadas en el  4010 Roosovelt Ave. Queens.
No puede olvidarse el importante papel que desempeñan los medios de
comunicación hondureños en la orientación y toma de conciencia para
que los compatriotas no abandonen su estatus de protección legal. Los

familiares en Honduras deben de recordarles a los suyos la
importancia de inscribirse una vez se haya anunciado cuándo deben
comenzar a realizarse los trámites, pues de nada sirve enviarlos
antes de que el gobierno estadounidense anuncie la fecha en que
empezará a recibir las solicitudes.
Ojalá que esta vez los compatriotas no se duerman en sus laureles, y
olviden esa manía ( ¿maña?) de dejarlo todo para última hora. Antes
dije que en la prórroga más reciente hubo que andar a las carreras y
es verdad. Llegó a Nueva York el entonces Director de Asuntos
Consulares, Francisco Martínez; se incorporó a la propaganda el
embajador de Honduras ante las Naciones Unidas, Iván Romero Martínez;

y nos brindaron fuerte apoyo destacados compatriotas de la comunidad
como Myrna Guerra y Mario Ramos, de Noticias de Honduras. No había
cónsul sino uno interino, Francisco Quezada, quien prestó toda la
colaboración que estuvo a su alcance, y así finalmente pudo lograrse
el objetivo. Como se ve, no es tarea de un consulado o un consul sino

de todo aquel o aquella que quiera aportar su granito de arena.
Después que no TPS si el TPS se te pasa.
Por supuesto, nunca falta algún intelectualoide trasnochado que
critique nuestras posturas de orientar a nuestros compatriotas para
que obtengan el mejor provecho en busca de una vida mejor. Estoy
seguro de que otros y otras compatriotas como yo, desearíamos que los

nuestros no tuvieran que padecer la odisea del viaje, o las
desventuras de vivir lejos de la patria en condiciones muchas veces
deplorables, pero, de momento, esa es la triste realidad que nos han
dejado años y años de saqueo externo e interno. Nunca es tarde para
empezar a enderezar la ruta del barco, luchar contra la corrupción,
pero también no podemos engañarnos y debemos aceptar, sin dejar de
pensar en un futuro mejor, que nuestros compatriotas en el exterior
son por ahora un paliativo para sus familias y las divisas de la
nación. ¿Ok?

Nueva York NY  7 Mayo 2007.

robertoquesada@hotmail.com

* Roberto Quesada: Escritor y diplomático hondureño, autor de varios
libros, entre los que destacan Big Banana (Seix Barral), Nunca entres

por Miami (Mondadori) Los barcos (Baktún), La novela del milenio
pasado (Tropismos, Salamanca), y es Consejero de la Misión de
Honduras ante las Naciones Unidas

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