En honor a la Verdad



En honor a la verdad
Por: Luis Cosenza Jiménez (Ex ministro de la Presidencia)

Cuando escribí un artículo, "El traje del rey", comentando el informe
elaborado por una firma consultora contratada por la Cooperación
Sueca, que criticaba la conducción de la estrategia de combate a la
pobreza, fui atacado por el secretario de Cultura y Deporte. Confieso
que no contesté dicho ataque porque nunca leí el artículo que él
escribió. Posteriormente, el Instituto del Banco Mundial publicó los
indicadores mundiales de gobernanza, y al comentar sobre esto fui
atacado por el secretario del Despacho de la Presidencia…

Después le ha tocado el turno al secretario de Defensa, también
interventor de la ENEE. Se trata de la misma persona cuyo proceder al
mando del TSE en las últimas elecciones fue cuestionado por muchos,
incluidos algunos de los observadores internacionales. A pesar de
ello, o quizá por ello, fue luego nombrado secretario de Defensa y
posteriormente, a pesar de su desconocimiento del sector eléctrico y
de su inexperiencia en administración de empresas, se le encomendó el
rescate de la ENEE de la profunda crisis que la abate. Me parece poco
útil una réplica a los galimatías de alguien sin experiencia en el
tema, y cuya salida de la ENEE, según la prensa, ha sido solicitada
por los organismos financieros internacionales, pero es menester
dejar constancia de la verdad.

En cuanto a la situación financiera de la ENEE, según el documento
entregado en mayo de este año por el Banco Mundial a las autoridades
del gobierno, en 2001 las pérdidas de la ENEE ascendieron a 19
millones de lempiras, y en 2002 subieron a casi tres mil millones,
debido a un ajuste contable hecho ese año (se agregó mil millones al
cargo por depreciación y otros mil trescientos millones por concepto
de ajuste cambiario). Si ese ajuste se hubiera hecho en 2001, como
correspondía, las pérdidas de la ENEE habrían ascendido a 2,300
millones.

Eso se compara con los 1,500 millones de pérdidas registradas en
2005, es decir, una reducción de 800 millones con respecto a lo que
habrían sido las pérdidas de 2001 de haberse efectuado el ajuste ese
año. En 2006, primer año de esta administración, las pérdidas
subieron casi mil millones, para ubicarse en dos mil cuatrocientos
millones, y es de esperar que este año sean más altas aún. Esto es lo
que revelan las cifras del documento del Banco Mundial y ha sido
claramente explicado por el auditor externo de la ENEE. Las cifras
mencionadas por el interventor simplemente no tienen sustento.

En cuanto a la contratación de los 400 MWs es necesario recordar que
el proceso de licitación pública internacional se inició en la
administración Flores, y que la administración Maduro se encontró con
una licitación paralizada por las impugnaciones que habían sido
presentadas por algunos participantes. Si la licitación se hubiera
declarado fracasada habríamos caído en el racionamiento por el tiempo
requerido por una nueva licitación.

Además, la licitación había producido precios muy atractivos, debido
a la participación de una empresa extranjera. Eso llevó a la
administración a declarar emergencia para evitar el racionamiento que
de otra forma ocurriría, y se aprovechó los precios resultantes de la
licitación pública e internacional, para adjudicar, por medio de dos
contratos, los 400 MWs. El proceso contó con la supervisión de
Probidad Administrativa, de la Contraloría, y con la participación de
un grupo de Notables.

La información también se presentó al Comisionado de los Derechos
Humanos y al Consejo Nacional Anticorrupción. Este proceso de
licitación pública e internacional produjo los precios más bajos
habidos en la historia de la ENEE y contrasta con la contratación
directa que se utilizó para contratar 20 MWs en La Ceiba a más de 20
centavos de dólar por Kwh. También contrasta con la contratación
directa que ahora han emprendido, ya que en este caso la "emergencia"
fue provocada por el Presidente de la República. Es penoso que ahora
se falte a la verdad en cuanto a lo que ocurrió en aquel entonces.

Es también una calumnia aseverar que alguien trató de "boicotear" la
labor del designado presidencial, don Alberto Díaz Lobo, en la
comisión creada por la administración anterior para fomentar el
desarrollo de nuestros recursos naturales renovables. Para comenzar,
en dicha administración se agregó alrededor de 150 MWs de capacidad
en recursos naturales renovables. Ninguna otra administración ha
logrado esto. La razón por la cual no se procedió a la contratación
de las obras grandes es la misma por la cual esta administración
tampoco ha logrado hacerlo: los estudios y los diseños no habían sido
completados.

Por eso, se continuó trabajando en los estudios y buscando recursos
para financiarlos. Recordemos que entonces, a diferencia de ahora, no
se contaba con la plétora de recursos que produjo la condonación de
la deuda. Como resultado de las gestiones emprendidas entonces se
logró obtener un millón de dólares para concluir los estudios de El
Tablón, que ahora están a disposición de esta administración. El
pretender hacer aparecer a una persona, o a una administración, como
"enemigo" del desarrollo de los recursos naturales renovables es
ridículo e injuriante.

Es indiscutible e insoslayable que esta administración creó la
emergencia que ahora pretende resolver mediante una contratación
directa, y que al nombrar seis diferentes administraciones en 20
meses ha demostrado la poca importancia que le concede a la crisis de
la ENEE y a su solución. Rectificar es de sabios, y un primer paso
sería nombrar un gerente profesional, conocedor del sector eléctrico
y de la administración de empresas. La pregunta obligada, por
supuesto, es ¿habrá un ciudadano, capaz, honesto y que llene ese
perfil, dispuesto a trabajar con este gobierno? Después de todo, ya
se ha visto que el Presidente ha interferido e impedido el correcto
manejo del sector eléctrico. Además, esta administración está a punto
de pasar a la historia como una de las más corruptas, sino la más
corrupta, desde el retorno a la democracia.

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